Dan prisión a supuesto cabecilla de C. Vermelho

Dan prisión a supuesto cabecilla de C. Vermelho

Marcelo Pinheiro alías “Marcelo Piloto” ingresando a la secretaría del Juzgado de Garantías.FOTO: GENTILEZA PJ

La jueza penal de Garantías Lici Sán­chez decretó la pri­sión en la cárcel de Embos­cada del brasileño Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias “Marcelo Piloto”, quien ayer compareció en el Palacio de Justicia para la audiencia de identificación en el marco del pedido de extradición que soporta de la justicia del Bra­sil, donde tiene una condena de 26 años de cárcel por el delito de robo.

En la diligencia judicial se comprobó que la persona solicitada por la justicia del vecino país es efectivamente Marcelo Pinheiro Veiga. Los abogados Cristian Colmán y Jorge Prieto dejaron cons­tancia que a su representado le faltan 15 años, 5 meses y 9 días para cumplir la totali­dad de su condena en Río de Janeiro.

El fiscal de Asuntos Inter­nacionales, Manuel Doldán, explicó que “el extranjero tiene dos causas abiertas en nuestro país. La primera es por tráfico de armas y pro­ducción de documentos no auténticos, que está a cargo de la fiscala Fátima Villas­boa; y el otro proceso penal por homicidio doloso en Ciu­dad del Este”.

El requerimiento de la jus­ticia brasileña señala que “Marcelo Piloto” soporta una elevada condena por un asalto a un transporte de caudales que protagonizó en 1997 en Río de Janeiro. En dicha ocasión dos custo­dios fueron baleados y uno de ellos falleció. Los asal­tantes robaron 100.000 rea­les, unos 100.000 dólares en la época. Pinheiro fue dete­nido en 1998 y estuvo ence­rrado hasta el 2007, cuando fue beneficiado con salidas transitorias, pero luego se fugó.

ENCARNACIÓN

Agentes de la Secreta­ría Nacional de Antidro­gas (Senad) detuvieron a “Marcelo Piloto” el 13 de diciembre del año pasado en Cambyretá, Encarna­ción. El mismo era uno de los supuestos traficantes de Río de Janeiro y llegó a tener rango de jefe en el Comando Vermelho, la organización dirigida por el famoso Fer­nandinho Beira Mar.

El extranjero fue sorpren­dido en una vivienda que compró meses antes y en la que pensaba vivir, pero gra­cias al trabajo de inteligen­cia se logró la detención del brasileño

La Nacion

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