Así se preparan los bancos para la transformación digital

Los bancos de España, están preparándose para su adaptación a un nuevo contexto digital, que será un verdadero cambio para sus negocios ademas de su cultura y a sus profesionales.
Expansión, España
RIPE
 Los bancos españoles se apresuran por adaptar sus estrategias y su organi­zación al actual contexto digital, que no sólo impli­ca cambios en el negocio, sino en toda la cultura empresarial y sus profe­sionales.
‘‘SIN LINEA DE META’’
‘‘Sin línea de meta ni ruta preestablecida’’, así es como el presidente del BBVA, Francisco Gonzá­lez, entiende que se está desarrollando la carrera hacia el mundo digital, en la que la banca se afana por competir desde hace una década. Prueba de ello son los 700 millones de euros que la entidad que dirige invierte anual­mente en la digitalización de la estructura del ban­co, lo que le ha llevado a capitalizar el discurso de la transformación digital en España. Especialmen­te a partir de 2014, con el nombramiento del impul­sor de la unidad de banca digital de la compañía, Carlos Vila, como conse­jero delegado. Todo ello no hacía presagiar sino el inicio de una nueva era en la que la banca online se erigía como la prioridad para ésta y todas las enti­dades.
‘‘La transformación digital implica necesa­riamente modificar tres aspectos: el negocio -in­corporando nuevos pro­ductos financieros a los tradicionales-, la cultura de la compañía, y a las personas que trabajan en ella’’, cuenta Antonio Herráiz, director del pro­grama de Innovación y Tecnología Financiera del IEB.
En este nuevo concepto de banca, las personas se convierten en condi­ción sine qua non. A los perfiles clásicos -que no desaparecen-, se suman ingenieros, científicos de datos, físicos, mate­máticos y profesionales del entorno digital. ‘‘Se requieren dos tipos de especialistas, nuevos ta­lentos digitales en áreas antes inexistentes como el big data o el márketing digital -lo que requiere de nuevas incorporaciones a la plantilla-, pero tam­bién empleados de la ban­ca tradicional a los que se les debe dotar de conoci­mientos online’’, argu­menta el directivo del IEB.
SIN MIEDO A INNOVAR
Para que el cambio re­sulte exitoso, debe estar impulsado, en primera instancia, por la alta di­rección, tal y como ex­plicó el director general de Estrategia de Banco Santander, Víctor Mata­rranz, durante una re­ciente entrevista en este diario. ‘‘Hay que generar una cultura donde no dé miedo innovar ni replan­tearse los temas, y donde lo digital no sea una ini­ciativa paralela a la estra­tegia del banco’’.
Al tiempo, reconocía que, a pesar de que la compa­ñía que preside Ana Botín, lleva trabajando en esta línea varios años, no fue hasta 2015 cuando lo digi­tal se convirtió en el pilar estratégico del banco, que prevé duplicar el número de clientes online antes de 2018 y llegar así a los 30 millones.
REDES SOCIALES
Las redes sociales se alzan como herramien­ta indispensable para el cambio. Prácticamente todas las entidades cuen­tan con perfiles en me­dios sociales que, además de incrementar la visuali­zación de marca, suponen un instrumento de inte­racción permanente entre el cliente y la compañía.
Una oportunidad que también han sabido de­tectar en las aplicacio­nes móviles, donde ya se registran millones de transacciones diarias. En sólo dos meses la app ING TWyp, que permite enviar y recibir pagos desde el móvil a cualquier persona con solamente conocer su número de teléfono, ha registrado 200.000 des­cargas.
En cambio, la multipli­cidad de canales, que a priori parecía una fuen­te de ventajas infinita, puede resultar toda una inconveniencia si no se produce una adecuada integración entre todos ellos. ‘‘El principal error que están cometiendo las compañías es no comuni­car de forma homogénea desde todos los canales. De nada sirve contar con una aplicación si no está conectada, por ejemplo, con la sucursal de cabe­cera del cliente’’, cuenta Herráiz, que considera que aquellas compañías que en tres o cuatro años no hayan desarrollado al menos el 50% de su es­trategia digital, ‘‘estarán abocadas a la fusión o, in­cluso, a la desaparición’’.
QUEDARSE SERÍA UN ERROR
A mayor o menor veloci­dad, todas las grandes enti­dades españolas se afanan por incorporarse y encabe­zar la carrera digital.
El presidente de Ban­co Popular, Ángel Ron, durante la junta de ac­cionistas del año pasado aseguró que ‘‘quedarse atrás sería un error, pero lo importante no es llegar primero sino ofrecer un servicio de calidad’’.
Aunque la banca por in­ternet de esta empresa se puso en marcha hace dos décadas y la de móvil hace una, la verdadera apuesta por la transformación se está produciendo ahora. Antes de finalizar el pri­mer semestre de este año, Popular prevé lanzar su nuevo servicio digital con renovadas aplicaciones y un rediseño, para lo que ha invertido 800 millones de euros.
SEGURIDAD
La calidad a la que se refería el presidente de Banco Popular pasa ne­cesariamente por garan­tizar la seguridad de las cuentas de los clientes, de la misma forma que lle­van décadas custodiando sus ahorros.