El río Paraná presenta un escenario ideal para narcotráfico en Ñeembucú

Los riachos, las islas, así como el principal cauce hídrico son explotados por los narcos para el envío de marihuana desde Itá Corá a Itatí, Corrientes. El casi nulo control también es un perfecto aliado.
ÑEEMBUCÚ

Ñeembucú y Corrientes (Argentina), además de compartir el río Paraná, también comparten varias islas que, por la situación geográfica entre ambos países, bien podrían utilizarse para el turismo y el comercio; sin embargo, el rubro de mayor ganancia que ahora aflora en la región es el narcotráfico, dejando ya de lado otros “negocios” como el tráfico de combustible y el contrabando de cigarrillos.

Con el escándalo desatado semanas atrás con la detención por narcotráfico del intendente de Itatí, Corrientes, Natividad Terán, y otras treinta personas, la región contrajo la mala fama. Itá Corá y General José Eduvigis Díaz, del Departamento de Ñeembucú, serían los puntos de envío de la marihuana a varias ciudades de Argentina, donde el nulo control fronterizo les hace la tarea más fácil a los narcos para enviar “surubí” (término utilizado por la banda de narcos para referirse a la carga de marihuana) al vecino país.

La extensión del terreno en la zona fronteriza –tanto terrestre como fluvial– se presenta como un escenario geográfico propicio para el envío de grandes cargamentos de droga. Desde Argentina, las informaciones dan cuenta de que 9 a 15 toneladas al mes se hacen pasar por el río rumbo a Itatí, y desde ahí a otras grandes ciudades.

En la margen argentina los controles son más rigurosos, donde el Gobierno destina todo el apoyo logístico y técnico para realizar los controles que permitan de alguna manera disminuir el tráfico de marihuana. Desde este lado, las incautaciones de cargas de toneladas de marihuana paraguaya son casi a diario.

Pero en territorio paraguayo las incautaciones son esporádicas y en un año no llegan ni a los 3.000 kilos de decomiso de la droga.

La precariedad de las instituciones paraguayas encargadas de velar la seguridad en los ríos, sus costas y el tránsito terrestre hace más factible el narcotráfico desde donde provenga y hacia donde va.

Los narcos utilizan como suyas las islas boscosas y los riachos, además del río Paraná, que se encuentran en medio de Corrientes y Ñeembucú, para lograr el libre tráfico de la droga.

Los lugareños mencionaron que hasta avionetas bajan en las islas, trayendo droga. Existe la información de que otras islas están habitadas por gente dedicada a este ilícito y cuentan con canes asesinos para que nadie llegue al lugar.

Existen bases de la Prefectura Naval Paraguaya instaladas en Itá Corá, General Eduvigis Díaz y Cerrito; sin embargo, no es suficiente la logística ni el personal para realizar un riguroso control de los numerosos riachos e islas que se encuentran en la región.

salpica. El escándalo de Itatí también hace tambalear a las autoridades del Ñeembucú. En noviembre del año pasado una autoridad de la zona, en este caso el mismo intendente de Laureles, Ignacio Patricio Fretes, había sido detenido por estar supuestamente involucrado en el narcotráfico.

Ese mes, los agentes de la regional de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) detuvieron a Élber Gustavo Barrios y Fabriciano Arrúa Maciel con 611 kilos de marihuana que estaban siendo transportados en el vehículo del propio jefe comunal, quien posteriormente fue aprehendido por este caso.

La detención de los nombrados fue un trabajo exclusivo de la Senad, luego de meses de sondeo de inteligencia, sin que la información se haya filtrado.UH

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