Mochileras colombianas relatan su pesadilla en el Chaco paraguayo

Todo el último grupo de guardia de la comisaría 6ª de Mariscal Estigarribia, Chaco, fue separado y remitido a la Comandancia de la Policía Nacional, en Asunción, para responder a la denuncia formulada por dos mochileras colombianas que alegaron haber sido extorsionadas y casi violadas por dos suboficiales. La Embajada y el Consulado agradecieron a los investigadores
Los policías separados son el ahora subjefe de la citada unidad, subcomisario Félix Alonso, así como el suboficial mayor César Mendoza, el suboficial inspector Rolando Verón González y el suboficial primero Jorge Brassel Duarte.
Estos agentes ya se encuentran a cargo de la dirección general de Orden y Seguridad y, paralelamente, serán sometidos a una investigación del Ministerio Público, de acuerdo con los datos oficiales.
El caso se inició el domingo de tarde, cuando las hermanas colombianas Carolina Palma Lasprilla (28) y Victoria Palma Lasprilla (26), esta última con su hijo ecuatoriano de cinco años, fueron supuestamente abordadas en la ciudad de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, a 530 kilómetros de la capital del país, Asunción.
Los datos recabados por un equipo especial de investigación de la Policía, y plasmados en una denuncia formal que hicieron las mujeres en la comisaría Sexta Metropolitana, refieren que las mochileras colombianas ingresaron a territorio paraguayo con un camionero de nombre Teodoro Lobo, quien las alzó en el lado boliviano, específicamente en Villa Montes, frente a la localidad paraguaya de Mayor Infante Rivarola, aunque el destino final de las mujeres era suelo brasileño.
Luego de recorrer 225 kilómetros desde la frontera, el camionero hizo una parada en Mariscal Estigarribia, donde las hermanas colombianas aparentemente quisieron hacer unas compras para la criatura que traían consigo.
Mientras Carolina fue a comprar empanadas, su hermana Victoria fue abordada por dos agentes, que serían Verón y Brassel, quienes estaban en una patrullera.
Al retornar Carolina se encontró con esa situación. El relato que hicieron las colombianas a la Policía revela que los uniformados las acusaron de operar como mulas del narcotráfico y que incluso las habrían revisado en sus partes íntimas.
Pero como no hallaron sustancias estupefacientes en poder de las colombianas, los suboficiales Verón y Brassel las habrían despojado de unos 300 dólares, de sus celulares y hasta de 20 collares de piedras de mármol que las extranjeras vendían durante sus viajes.
Aparentemente insatisfechos con el botín, los dos policías supuestamente se llevaron en la patrullera a Victoria Palma Lasprilla, a quien intentaron obligar a que mantuviera relaciones sexuales con ambos, pero como no lo lograron la trajeron de vuelta junto a su hermana y su hijo.
Antes de dejar en libertad a las colombianas, los policías destruyeron sus documentos y también le pidieron dinero al camionero.
Abandonadas en la terminal de ómnibus
Luego de la pesadilla por la cual atravesaron, las colombianas llegaron hasta Asunción con el mismo camionero y pasaron dos días en el predio de la Terminal de Ómnibus de Asunción, hasta que pudieron llegar a la sede de la Embajada de Colombia, donde pidieron auxilio y recibieron asesoramiento.
A partir de entonces a instancias de la Embajada y del Consulado de Colombia, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional finalmente tomaron intervención.
Las dos colombianas ya abandonaron el país., según los datos oficiales.
“Les dimos garantías”
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, declaró ayer que el Gobierno paraguayo le dio las garantías a las dos víctimas y también al Consulado y a la Embajada de Colombia.Fue durante el acto de apertura del año lectivo en la Academia de Policía de Luque, donde estuvo el presidente Horacio Cartes, quien por su parte también recibió explicaciones del comandante Críspulo Sotelo.
Los funcionarios colombianos en Asunción agradecieron la “valiosa respuesta de las autoridades”.
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