Microsoft desarrolla trampa digital de mosquitos para prevenir enfermedades

Microsoft trabaja en una trampa digital de mosquitos que espera empezar a desplegar con drones el próximo año y con la que busca prevenir el avance de enfermedades como el dengue o la malaria e incluso adelantarse a nuevos brotes.
EFE
“El mosquito es el animal más peligroso del planeta por la gran cantidad de patógenos que transporta y su capacidad para producir enfermedades”, dijo a Efe Ethan Jackson, el investigador que lidera el proyecto, bautizado con el nombre de “Premonition” (Premonición).
“Nuestro objetivo es ser capaces de atrapar mosquitos a gran escala y bajo costo”, añadió Jackson durante una demostración en la sede central de Microsoft en Redmond (costa oeste de EEUU).
La trampa inteligente, que pesará algo menos de un kilo, incluye 50 pequeños compartimentos equipados con sensores que identifican, por el ruido, qué tipo de insecto ha entrado en la trampa y solo se cierran tras determinar que ha entrado un mosquito.
Las trampas que se utilizan en la actualidad son similares a las que se usaban hace cuatro o cinco décadas y el sistema para desplegarlas en áreas remotas de Brasil o el África subsahariana, por citar solo un par de ejemplos, es todavía muy manual.
Microsoft recuerda en un artículo sobre el proyecto publicado en su blog que las trampas actuales utilizan baterías que hay que reemplazar varias veces al año y algunos experimentos requieren químicos que hay que transportar por barco porque las regulaciones aéreas no permiten que viajen en aviones.
Jackson recordó, además, en declaraciones a Efe, que las trampas actuales recolectan todo tipo de insectos, lo que hace que los entomólogos tengan que pasar horas seleccionando los especímenes que realmente necesitan.
“Nuestra trampa ahorrará muchas horas de trabajo”, aseguró el investigador.
Jackson y su equipo trabajan con académicos en varias disciplinas en el desarrollo del sistema, cuyo objetivo es analizar los mosquitos una vez recolectados para detectar señales incipientes de enfermedades peligrosas.
Douglas Norris, profesor de Microbiología Molecular e Inmunología en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Maryland, EEUU), cree que una vez que el sistema esté completamente desarrollado la capacidad de pronosticar epidemias será “enorme”.
James Pipas, un profesor de biología molecular de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, EEUU), que trabaja también en “Premonition” asegura, en un vídeo sobre la iniciativa realizado por Microsoft, que el objetivo del proyecto es “vigilar el movimiento de agentes infecciosos a lo largo del planeta”.
“Lo que nos gustaría, en última instancia, es tener un sistema global en marcha que detecte agentes infecciosos y siga su movimiento una vez que empiezan a surgir, de forma que podamos intervenir antes de que se conviertan en una epidemia o un problema infeccioso para los seres humanos o la vida salvaje”, añadió Pipas.
En la actualidad, las autoridades sanitarias solo reaccionan una vez que se ha producido un brote infeccioso y la gente comienza a enfermarse, lo que implica que el suministro de vacunas no siempre es suficiente y puede incluso tardar meses en desarrollarse.
“Premonition” permitiría a los funcionarios públicos prepararse antes de que el brote infeccioso se convierta en un problema.
Microsoft realizó ya un proyecto piloto este año con drones en Granada, en el Caribe, y adelanta que estará listo para desplegar la trampa inteligente en el primer trimestre del 2016, aunque reconoce que el desarrollo completo del sistema puede tardar unos años.
Ese sistema incluiría sistemas operativos avanzados que permitan analizar los mosquitos, detectar virus y diferenciar entre los conocidos y aquellos que todavía no se conocen.
Eso exigirá aumentar la capacidad de computación disponible en la actualidad y desarrollar nuevos algoritmos que procesen los datos mucho más rápido.
Microsoft quiere además utilizar inteligencia artificial para reforzar la autonomía de los drones, de forma que estos puedan tomar decisiones sobre los mejores lugares para desplegar las trampas de la misma forma que lo haría un biólogo.
“Estoy convencido de que en los próximos cinco años podemos tener listo un sistema de este tipo”, dijo Jackson