"Escribir sobre el narcotráfico es arriesgarse la vida"

En el Paraguay, el símbolo nacional de la palabra libre es Santiago Leguizamón. Era periodista e investigó sobre el narcotráfico y el contrabando, temas que eran y siguen siendo muy delicadas. El fue asesinado a balazos el 26 de abril de 1991. La situación en la que viven los y las periodistas investigando sobre los mismos temas, no cambio. El informe de Derechos Humanos en Paraguay del 2014 declara que siendo periodista es un trabajo de alto riesgo.
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Dante Leguizamón, actualmente abogado de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY).
Los crímenes y las amenazas contra las personas trabajadoras de prensa llegaron a su pico en el 2014, con cuatro periodistas asesinados. En marzo del 2015 uno más sumó a la lista llegando a un total de 5 asesinatos en menos de un año. Igual que la mayor parte de las personas responsables de los crímenes contra las y los periodistas en el Paraguay, los culpables del asesinato de Leguizamón siguen siendo impunes.
– El asesinato de mi padre probablemente no se va a resolver. Nunca se va a determinar oficialmente cuáles fueron las personas que pagaron o coordinaron la muerte, dice Dante Leguizamón, hijo de Santiago Leguizamón.
Durante la dictadura era arriesgado hablar en contra del régimen de Stroessner, ya ahora lo es hablar del narcotráfico, el contrabando y de los que poseen armas y poder. Faltan políticas públicas para ayudar la democratización de la comunicación, causando que las personas que trabajan en esa área no pueden expresar sus opiniones libremente. La posibilidad de poder ejercer un periodismo de investigación realmente independiente no va a existir mientras no cambie la situación. El caso Leguizamón va a seguir siendo una cuestión de actualidad, las amenazas de entonces, hoy siguen siendo las mismas.
– Yo tenía 13 años y no me enteraba de gran cosa, pero mi papá ya se empezó a cuidar más. De repente ponía un ropero en la ventana y decía que era porque entraba mucho fresco. Tenía un secretario con un arma en la espalda. Con el tiempo yo ya fui descubriendo lo que significaba su trabajo, Dante recuerda.
Otro problema que no ayuda a la situación en cual se encuentran las y los trabajadores de prensa, es la corrupción que existe en el país. La corrupción impide que se escriba de ciertos asuntos, y también impide que los culpables de crímenes contra trabajadores de prensa se hagan responsables. En el caso Leguizamón, hay sospechas de quienes coordinaron su muerte pero nunca fue determinado oficialmente, probablemente por la corrupción. En cambio, se hicieron muchas cosas en homenaje de Leguizamón. Hay escuelas que se llaman así, hay calles en muchas ciudades, las cuales llevan su nombre, hay monumentos a su memoria. Pero para Dante hay una contradicción en eso.
– A mí no me interesa que nadie se vaya en cana, no me va a reparar nada. Y todas esas cosas que hacen están buenas, me llenan de orgullo pero falta la posibilidad de poder decir más libremente quienes le mandaron a matar a papá. A mí eso es lo que me hace ruido.
Según un informe de Reporteros sin Fronteras del 2011 los y las periodistas del Paraguay se obligan a elegir entre una prensa autocensurada por anticipado bajo presión, o aceptar las consecuencias negativas en términos de seguridad. Desde el 1991, fueron asesinados un total de 17 periodistas, de los cuales 5 bajo el gobierno actual. La mayoría de los asesinados prestaron atención al narcotráfico y temas ligados al mismo, y fueron callados para siempre.DIAKONIA
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