Cuanto mejor queremos que nos vaya, peor nos va. Una metáfora a la percepción sistémica

Muchas veces en nuestras gestiones operacionales nos ocurren cosas que no sabemos porque no suceden como las planeamos.
Gustavo Frangini. Coordinador de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad del Pacifico
Es ahí, donde necesitamos una posición sobre la percepción sistémica desde un punto de vista operacional.
Es común explicar a nuestros alumnos sobre la teoría sistémica. Incluso hasta las palabras entropía y homeostasis, resultan fáciles de aplicar.
Pero cuando hablamos de percepción sistémica, resulta un poco más complejo, ya que exige operacionalidad, creatividad, innovación, percepción, audacia y riesgo empresario.
Empecemos por analizar los contextos. Si los contextos están en un mundo Vica (ver Dr. Alberto Levy, Cómo hacen los que hacen, planeamiento de negocios) que quiere decir: Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, la realidad es más dinámica de lo que imaginamos.
Muchas veces no llegamos aún a establecer un planeamiento estratégico, que cuando queremos hacerlo operacional, el acrónimo VICA, hace que nuestras variables de contexto ya sean históricas, y es ahí donde la percepción sistémica nos puede ayudar mucho.
Para llevarlo en un ejemplo práctico, y más aún a los que nos gusta seguir los deportes; muchas veces vemos partidos o matches televisadas, sin saber por qué; pero se percibe y se está casi seguro, quien es el jugador o equipo que va a ganar la disputa. Y eso no es azar.
No es que seamos agnósticos del azar, pero en prácticas profesionales, si bien existe una cuota de casualidad (ver Porter en Ventaja Competitiva de las Naciones) nada de lo que suceda o sucederá es azaroso.
Y fíjense esta observación. Cuando se juega la final del mundial de Brasil entre Argentina y Alemania, luego del partido, salió en la prensa, que los alemanes estaban preparándose para la final unos cuantos años antes.
Es seguro que alguien que se ha preparado para una final años antes, debió haber trazado un planeamiento estratégico con metas alcanzables.
Hubo un plan operacional que permitió llevar la estrategia a la práctica. Hubo un entrenamiento acorde previendo cuáles y cuantas fueron las estrategias que jugaría el rival. También hubo una preparación física adecuada. Cronogramas de agendas y fechas organizadas. Logística de viajes, alimentos, comidas, recreación, trabajo deportivo de alto rendimiento, utileros, secretarios, directores técnicos, médicos, sponsors y dirigentes. Y no sé cuántas cosas más preparadas y orientadas a un objetivo sistémico, ganar una copa del mundo.
Es así que los once jugadores que entran en una cancha; son los once que nosotros vemos en la televisión, y son la punta del iceberg del andamiaje ganador. Y eso demuestra Percepción Sistémica.
Podríamos decir entonces que percepción sistémica consiste en pensar en un todo, trabajar y organizar los recursos para adaptarlos y adecuarlos en el logro de una meta.
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CLAVES
La primera clave de la percepción sistémica para una organización es sencilla, pero no fácil de interpretar. Se empieza por la gente, sin la gente no hay estrategia posible. Sin empleados comprometidos por el amor a la “camiseta” no hay logros ni metas alcanzables. Y este compromiso debe venir de la alta dirección y bajar todos los estamentos que tenga la organización.
La segunda clave es el entrenamiento permanente. Si no hay preparación, no hay sacrificio, y es el sacrificio lo que saca lo mejor de uno para alcanzar esa meta.
La tercera clave consiste en interpretar que si no hay necesidad no hay producto o servicio, y si no hay calidad, no hay receptor que quiera saber de vos.
Como dice el Dr. Levy hay que interpretar qué demanda la demanda. Y si interpretamos eso, tanto la calidad como el producto (o servicio) surgirá de la innovación, de las nuevas necesidades o deseos de los consumidores. Pero también surge de los errores cometidos en pruebas de mercado, hasta finalmente lograr un prototipo final a la altura de las circunstancias.
Logística, y administración, son claves fundamentales del back office que sustentan la percepción sistémica. Y son los dos sectores a los que primero hay que comunicar las metas a realizar, sino nuestra percepción sistémica se transforma en un montón de subsistemas individuales donde cada uno busca su objetivo propio y genera conflicto a la organización que hacen que la meta organizacional se pierda. Las organizaciones “gran bonete” donde nadie es culpable, todos tienen razón, pero el cliente se perdió.
Una organización que tenga sus recursos con objetivos personales pero trabajando en cohesión de equipo, supera a una organización que tiene sus recursos lleno de habilidades pero cada uno quiere lucirse por sí mismo. La cohesión del equipo, supera las individualidades personales. Y eso también es percepción sistémica.
Ahí es donde debemos poner esfuerzo en el entrenamiento diario, buscando bajar nuestro margen de error con herramientas que nos pueden ayudar a minimizar el riesgo de cometer ese error. Pero el riesgo existe, y en los contextos de hoy, hay que jugarse. Entonces, bienvenidos al riesgo empresarial.
Por eso percepción sistémica es mirar todo, para jugar lo que hay que jugar en el momento justo.
Así debemos pensar los que estamos en las gerencias de hoy para ser los GERENTES de hoy. = 5DIAS.
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