Conozca diferencias clave para mantener en orden sus finanzas

Conozca diferencias clave para mantener en orden sus finanzas

‘Llega fin de mes y yo sin plata’’ es una famosa frase que escuchamos decir o nos decimos a nosotros mismos, el dinero no alcanza, gasta­mos más de lo que tenemos, no utilizamos nuestros in­gresos de forma adecuada.
‘‘Llega fin de mes y yo sin plata’’ es una famosa frase que escuchamos decir o nos decimos a nosotros mismos, el dinero no alcanza, gasta­mos más de lo que tenemos, no utilizamos nuestros in­gresos de forma adecuada.
¿Qué ocurre? ¿Cómo pode­mos luchar contra el flagelo de los llameantes ojos del corcel a fin de mes? es la cuestión que se plantea el economista Victor Sanabria para empezar a explicar sobre los conceptos básicos que ayudarán a llevar en or­den sus finanzas.
Muchas veces se nos da por confundir conceptos impor­tantes, y equivocarse en fi­nanzas cuesta caro, conocer la diferencia de estos con­ceptos será fundamental.
Ingresos: cantidad de di­nero ganado o recaudado. Significa un aumento del patrimonio.
Cobros: entrada de dinero.
Gastos: es un consumo vo­luntario de activo a cambio de una contraprestación.
Pagos: es uno de los mo­dos de extinguir las obli­gaciones, y consiste en el cumplimiento efectivo de la prestación debida.
INGRESO Y COBRO
Desde el punto de vista de un persona, Sanabria explicó que el salario men­sual cobrado es un ingreso, si ésta persona llegara a recibir algún dinero de otra forma, ya sea por un prés­tamo realizado, ese dinero ‘‘extra’’ es un cobro, que debemos sumar al ingreso.
‘‘Como ejemplo, si a fin de mes nuestro salario es de G. 500.000 (ingreso) y recibimos dinero del com­pañero de trabajo por un préstamo que habíamos hecho, G. 50.000 (cobro), actualmente, y por éste mes nuestro ‘‘ingreso to­tal’’ es de G. 550.000’’, ex­plicó.
Sucede lo mismo para el caso de una empresa, los ingresos y los gastos se configuran en el cuadro de resultados, mientras que los cobros y los pagos en el cuadro de tesorería. En el primer cuadro, una vez deducidos los gastos de los ingresos se tiene el resul­tado del ejercicio, que pue­de ser tanto positivo como negativo, mientras que en el cuadro de tesorería, una vez deducidos los pagos de los cobros se tiene la disponibilidad real de la empresa, sea este positivo o negativo.
¿DE DÓNDE VIENE ESTA DIFERENCIA?
De que los ingresos no son igual a los cobros en el sentido de que la cuen­ta ingresos se refiere más bien a la “facturación” de la empresa. En otras pa­labras, el contador de una empresa registra el “ingre­so” el día en general que se emite una factura por la venta de una mercadería, en donde entra a tallar el criterio jurídico de “deven­go”.
Sin embargo y a diferencia de la fecha de facturación, el tesorero contabiliza el dinero cuando el mismo está disponible, cuando se ha efectivizado el cobro de los productos que han sido vendidos, a lo que también se le llama “fecha valor”.
GASTO Y PAGO
Por otra parte están los gastos, resalta Sanabria, ‘‘compramos aquellos bienes y servicios que nos permiten vivir, alimen­tos, bebidas, alimentos para las mascotas, ropa, medicamentos, etc. Son todas aquellas erogacio­nes de dinero que nos permiten comprar bienes y servicios. Por otro lado se encuentran los pagos, que ‘‘son aquellos des­embolsos que realizamos para honrar obligaciones asumidas como por ejem­plo pago por un crédito (préstamo) obtenido de alguna entidad financie­ra’’, enfatizó.
La trascendencia de esto se magnifica cuando se analiza paralelamente a los gastos y pagos de una empresa ya que estos de­ben de hacerse frente mes a mes, sin tener en cuenta que se haya cobrado efec­tivamente o no, por lo que es muy importante que la empresa cuente con una buena administración y capital.
¿QUÉ SE DEBE TENER EN CUENTA?
Lo más importante en cuanto a finanzas per­sonales y empresaria­les siempre es saber con cuánto contamos, esa es la palabra mágica, y hacernos la pregunta de ¿cuánto me sobra para poder gastar?, luego de haber realizado los pagos, que normalmente son fijos y de cumplimiento necesario para no caer en moras y pagos de intere­ses extras por el no hon­ramiento de los mismos.
“Cada fin de mes, debes conocerte a ti mismo, conocer cuánto tienes, realizar los pagos corres­pondientes y ver cuánto te sobra para poder gastar­los eficientemente. Evita los gastos superfluos en cosas que no son nece­sarias y que lo único que harán es reducir tus po­sibilidades de poder llegar a fin de mes con oxígeno económico y con la firme posibilidad de ahorrar”, finalizó Sanabria.